Hace mucho tiempo atrás por encargo de un cliente un juguetero alemán construyó el primer soldado cascanueces que tenía la habilidad de romper las nueces con sus dientes. Posteriormente, estas figuras se convirtieron en amuletos de buena suerte y en las figuras más representativas de esta temporada navideña, siendo el carpintero Wilhelm Füchtner el creador de los soldaditos que conocemos hoy en día.

En 1816 el escritor Ernst Hoffmann escribió el famoso cuento El Cascanueces y el Rey de los Ratones, del cual se basa el ballet que todos conocemos.
El ballet navideño con música de Tchaikovsky y coreografía de Marius Petipa fue estrenado en Rusia en el Teatro Mariinsky en 1892 y se basó en la adaptación de Alejandro Dumas del cuento de Hoffmann. Aquí te contamos de qué trata....
Es Nochebuena en la casa de los Stahlbaum y todos festejan la Navidad. El juguetero y padrino de los niños de Stahlbaum, Fritz y Clara, les lleva regalos y le regala a Clara un hermoso cascanueces de madera pero su hermano lo rompe accidentalmente y Drosselmeyer hace todo lo posible por arreglarlo. Clara, preocupada por su cascanueces se queda dormida junto al árbol de navidad abrazándolo.

Ella se despierta a medianoche y se encuentra con el malvado Rey Ratón y su ejército de ratones. El cascanueces también cobra vida y lucha contra ellos, él y Clara salen triunfantes.

El cascanueces se convierte en príncipe y la lleva en un viaje mágico por la Tierra de la Nieve y la Tierra de los Dulces, donde ven bailes españoles, árabes, rusos, chinos, Mirliton Dances, el encantador Vals de las Flores y conocen al Hada del Azúcar. Al final Clara despierta de su sueño.

No cabe duda que el Cascanueces se ha convertido en un ballet muy querido por todos y representativo de la Navidad. Te recomendamos ir a verlo.
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